martes, 8 de diciembre de 2015

La pesadilla del Daesh.



Los integrantes del Daesh piensan que si son asesinados por una mujer arderán en el infierno, al considerar a la mujer como haram, sinónimo de maldición

Las mujeres que pretenden integrar en las filas del batallón femenino kurdo (YPJ) deben entrenar durante un mes, donde serán preparadas tanto física como mentalmente para la batalla.
Después son llevadas al campo de batalla, en el cual lucharán durante dos meses. Al acabar podrán volver a casa un par de días, para ser llevadas de vuelta al frente. 

Actualmente, las YPJ, cuentan con unas 7.000-10.000 (según las fuentes) voluntarias de entre 18 y 40 años. Desde 2012 se convirtieron en uno de los brazos más importante de las YPG.



“Nos hemos criado en una sociedad que obliga a la mujer a dedicarse únicamente a las tareas de la casa y en la que los hombres consideran a las mujeres como su propiedad, como un adorno, y no les permiten salir de casa. Para una mujer casarse es como caer prisionera. Considerando la mentalidad de nuestra sociedad, no se puede ni contemplar la posibilidad de que las mujeres casadas formen parte de las Unidades de Protección Femeninas. Queremos crear una nueva sociedad(..), una revolución dentro de otra.”

Aquí os dejo un documental sobre las YPJ: 


Proyecto MK-Ultra


El proyecto MK-Ultra se trató de uno de los programas más ambiciosos de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos de América, es decir, de la CIA. El objetivo que se había planteado en un inicio para el proyecto fue delineado en un memorando de enero de 1952, que intencionadamente preguntaba: “¿Podemos tomar control de un individuo, al punto donde éste hará nuestra voluntad, contra la suya propia, y aún contra las propias leyes de la naturaleza y la autosupervivencia? Más tarde, se comprobó (no sin avisos anteriores) que la meta era encontrar una forma de poder controlar la mente de un ser humano, alterando su percepción y logrando así extraer información en futuros interrogatorios, así como conseguir manipular y determinar distintos comportamientos y conductas en individuos autónomos y conscientes que pudieran, a simple vista pasar desapercibidos, para crear, así, el soldado perfecto.

La CIA, encargada del proyecto, formó un equipo de trabajo que pudiera viajar a cualquier lugar del mundo para testear nuevas técnicas de interrogación, y asegurarse que las víctimas no recuerden nada de ese interrogatorio. Fueron utilizados toda clase de narcóticos, desde marihuana a LSD, heroína y pentatol (droga de la verdad). Además de las investigaciones en el campo de la química, este equipo de la CIA contó con numerosos recursos para hacer avanzar su investigación en el campo de la psiquiatría, la psicología, la para-psicología y la hipnosis, así como en nuevos métodos de tortura física y psicológica.
Este programa se inició oficialmente en el año 1953, durante la dirección de Allen Welsh Dulles, cuándo este designó al bioquímico y psiquiatra militar Sidney Gottlieb, director de la División Química de la CIA, como jefe del proyecto. Su principal trabajo era formular un químico lo suficientemente potente como para doblegar la voluntad humana sin efectos secundarios visibles. Sin embargo, el programa no tardó en ir modificándose, tornando hacia otras investigaciones en el ámbito militar y de tortura (hay más de un centenar de proyectos incluidos en el mismo, de los cuales aún hoy no se conocen detalles).

Uno de estos proyectos, en particular, jugaba con las posibilidades biológicas de activar funciones de un organismo vivo a distancia, a control remoto; este sub-proyecto recibió el nombre de “empty mind” o “mente vacía” en castellano, haciendo referencia al lavado de cerebro al que buscaban someter a los sujetos de pruebas para, así convertirlos en soldados 100% eficaces, espías, e incluso terroristas que acometieran acciones que les supusieran beneficios como, por ejemplo, crear una atmósfera de pánico que supusiera la restricción de todas las libertades fundamentales. Les resulta familiar, ¿verdad?

Durante todo este tiempo que estuvo en marcha el proyecto (si es que alguna vez acabó), se realizaron numerosas pruebas con LSD, cocaína modificada, choques eléctricos, golpes magnéticos, distintos métodos de tortura (tanto física como psicológica), el aislamiento absoluto y el maltrato constante.
En estos términos, uno de los objetivos primordiales era lograr inducir sentimientos como la ansiedad, la inseguridad y el miedo. Encontrar reclutas que aceptaran participar de semejantes experimentos era prácticamente imposible. Por ello se reclutaron indigentes de las calles de EEUU, pacientes con enfermedades mentales, prostitutas y miembros de bajo rango de los servicios militares, por supuesto, sin consentimiento previo alguno, en forma secreta, confidencial y totalmente ilegal. Hoy se sabe que fueron miles las víctimas de estos crueles experimentos, desconociéndose el número exacto de víctimas, puesto que muchos de ellos murieron en el transcurso de estos experimentos y,  también, a muchos de ellos nadie les esperaba en casa.

No es posible conocer cuál es el alcance real de este proyecto secreto, como tampoco es posible saber cuánto de ese terrible proyecto ha quedado como herencia en la formación de los cuerpos de seguridad de todo el mundo. Lo que si es posible intuir es que la CIA no hace nada en vano y, hoy en día, los métodos de tortura e interrogatoria utilizados por este proyecto están a la orden del día en muchos lugares, comenzando por la prisión militar de Guantánamo, siempre fiel a los peores métodos de tortura habidos y por haber.

martes, 1 de diciembre de 2015

Washington y Latinoamérica: Siglo XX (parte I)

Washington y Latinoamérica: Siglo XX (parte I)

Cuando empecé en el cargo estaba decidido a hacer que nuestro país entrara en el siglo XXI siendo todavía la mayor fuerza mundial para la paz y la libertad, para la democracia y la seguridad y la prosperidad. Bill Clinton.

A lo largo del siglo XX, la política exterior de Estados Unidos, se caracterizó por la continua injerencia en los asuntos políticos y sociales de los países latinoamericanos; guiados por los principios imperialistas solapados de la “Doctrina Monroe”, incluyendo la “ligera” alteración conocida como el “corolario de Roosevelt” y en conjunto con la “Operación Cóndor”.

Guatemala: 1953- años noventa
El gobierno de tendencia social demócrata de Jacobo Arbenz fue derrocado por un golpe de estado, organizado por la CIA. Esto devino en 40 años de la entrada en escena por parte de pelotones de la muerte militares, muertes, ejecuciones en masa, tortura y desapariciones; se estima una cifra de 200 mil víctimas, donde la mayoría de afectados los pone, como siempre, el pueblo que vive en la miseria. La excusa alegada, es que Guatemala estaba en camino de convertirse en un estado satélite soviético. El problema subyacente, pero no exento de significancia, es que el gobierno de Arbenz inicio un plan de expropiación a la tierra no cultivada perteneciente a la United Fruit Company, era evidente que la burguesía norteña no se quedaría de brazos cruzados y evitarían de paso, según sus razonamientos, el esparcimiento de gobiernos social-demócratas en el resto del continente  

Haití: 1959 
En 1959, Washington estableció el centro de control del ejército de los Estados Unidos en Haití, con el propósito de entrenar tropas para la dictadura de Francois Duvalier; así mismo apoyaron a Duvalier a sofocar –esto implica el uso de fuerza militar- una rebelión de haitianos apoyados por algunos cubanos, con el objetivo de derrocar al dictador.

Ecuador: 1960-1963
Mediante el uso de presión política e infiltración de políticos a “sueldo” de la CIA, lograron expulsar al presidente Jose Maria Velasco, debido a su falta de mano dura contra la izquierda y su reticencia a apoyar la política de EE.UU respecto a Cuba. Por otro lado, John Perkins sostiene la hipótesis de que el presidente Jaime Roldós Aguilera, electo en el año 79, fue asesinado mediante el uso de una bomba por parte de la CIA. 

Brasil: 1961-1964
El derrocamiento de Joao Goulart. Su política exterior independiente a los intereses de Washington, reanudando relaciones con los países socialistas, oponiéndose a las sanciones contra Cuba, la aprobación de una ley que limitaba los beneficios que las multinacionales podían enviar fuera del país, la nacionalización de una sucursal de ITT, su permisividad en la ocupación de cargos por parte  políticos “comunistas” – Siendo su gobierno en todo caso una tradicional social democracia – significaron su condena, con la consiguiente instauración de una dictadura militar fascista, su exilio y aun hoy en día se sospecha de haber sido asesinado. 

Perú: 1965-años noventa
En el 65 se instala una base militar en la jungla peruana, con el propósito de eliminar grupos guerrilleros surgidos como reacción a la profunda miseria en que vivían las clases bajas y trabajadoras peruanas. A lo largo de toda la década de los 90 Washington presto ayuda militar, logística y recursos a la dictadura de Alberto Fujimori, con la excusa de luchar contra el narcotráfico. Asesores, instructores, oficiales y boinas verdes, armas y equipos de vigilancia, todo a disposición de uno de los regímenes más represivos de aquel entonces, denunciado multitud de veces. Como luego se demostró la conexión de dicho gobierno con el narcotráfico, la única conclusión posible del apoyo de Washinton, solapado por el tema de la droga, hacia Fujimori, era la de ayudar a sofocar  las guerrillas y demás movimientos de izquierda que podrían surgir, como hacían desde los años 60; aún hoy en día continúa dicho apoyo hacia el gobierno peruano.

República Dominicana: 1963-1965
En el 63 es elegido democráticamente por primera vez desde 1924 Juan Bosch, sus políticas anti latifundios, el establecimiento de los derechos laborales, libertad sindical y la nacionalización a medias de ciertos negocios, desembocó en un golpe militar mientras Estados Unidos dirigía la mirada a otro lado. En el 65 estallaron varias protestas que buscaban el regreso de Bosch al gobierno, Estados Unidos invadió la isla con 42.000 soldados.  

Cuba: 1959-presente
“La Revolución Imperdonable”, sentar un buen ejemplo de cambio social en Latinoamérica es una grave amenaza. Desde la consolidación de la revolución, han sido objetivo de atentados terroristas, invasiones militares, sanciones y embargos, operaciones de asesinatos etc. Nunca sabremos qué tipo de sociedad se hubiera podido construir en Cuba si se le hubiera dejado en paz. El Gobierno cubano, proclaman sus detractores, ve a la CIA detrás de todos los problemas. En realidad, la CIA solo está detrás de la mitad. El problema es que el Gobierno cubano no sabe qué mitad – William Blum-.

Uruguay: 1969-1972
Participación y apoyo directo a las dictaduras militares en su “guerra sucia” contra las guerrillas urbanas. Les proporcionaron armas, vehículos, equipos de comunicación, entrenamiento en técnicas de asesinato y explosivos, métodos de tortura y la conformación de pelotones de la muerte. Eladio Moll testificó acerca de una orden de Washington sobre los prisioneros tupamaros “La directriz que se nos envió, fue que lo que había que hacer con los prisioneros de la guerrilla era conseguir información, y que después no merecían seguir viviendo.”  

Chile: 1964-1973

Sabotear las elecciones del 64 e intentarlo fallidamente en los 70, el águila imperial no desistió en su objetivo de remover a Allende; Allende encarnaba todo lo malo y horroroso que se puede interpretar en el imaginario del Pentágono y la Casa Blanca. Durante los 3 años que duro el gobierno de Allende la CIA boicoteo la economía chilena, Nixon pidió “hacer gritar a la economía”, produciendo así las condiciones para el posterior golpe militar al mando de Pinochet. El resto de la historia es ya conocida por todos (o eso esperamos).