sábado, 23 de mayo de 2015

Camino de un mundo multipolar: la necesidad de una revolución socialista y soberanista en Europa:

Año 1910: El mundo está, en su mayor parte, dividido entre un conjunto de potencias europeas y algunos países neutrales más pequeños. Los imperios británico y ruso acaparan una gran cantidad de territorios subyugados por la fuerza militar, al igual que el debilitado imperio austrohúngaro y la república francesa. El mundo puede decirse que está dividido en bloques antagónicos: el bloque de las potencias centrales (Alemania y Austria-Hungría), la triple entente Francia-Reino Unido-Rusia, los Estados Unidos y Japón, una potencia emergente que en tan solo veinte años ha pasado a tener una economía floreciente, una creciente industria y una poderosa marina de guerra.

Esto, que puede parecer simplemente historia contemporánea del mundo, debería llevarnos a hacer la reflexión: ¿Qué bloques hay hoy día? ¿Qué intereses tiene cada bloque? ¿Qué forma de pensar representa cada bloque?

Durante los últimos 20 años, el mundo ha sido claramente monopolar: ningún país del mundo era capaz de ir contra los intereses de EEUU y sus satélites europeos. Sin embargo hay que prestar atención a estos acontecimientos clave:

1. Rearme de Rusia: En los años 90, tras el desmantelamiento de la URSS, buena parte de las fuerzas armadas rusas fueron desmanteladas, y el resto fue concebido como una fuerza para reprimir a la población que se levantara. Sin embargo, a partir de 2004, los gobiernos reaccionarios y militaristas de Putin han aumentado enormemente la capacidad combativa de la Federación Rusa. El ejército ruso actual tiene muchos más recursos que cualquier ejército del mundo exceptuando a EEUU y a China, personal bien entrenado y equipado, y armas mucho más fáciles de producir y mantener que sus homólogas estadounidenses (el T-90 cuesta la mitad que su equivalente estadounidense, el M2-Abrams).

2. Afianzamiento de China: China actualmente es la segunda potencia económica mundial y va camino de ser la primera. Con un capitalismo de estado muy dado a la industrialización, es uno de los pocos países del mundo que no ha sido afectado por la crisis de 2008 (igual que la URSS no fue afectada por la crisis de 1929, pero esa es otra historia). Al igual que Rusia, China no depende de Estados Unidos, es más, EEUU le debe muchísimo dinero a China. Militarmente tienen un ejército a tener en cuenta, con gran capacidad de despliegue en tierra y una marina que, si bien no es tan poderosa como la de EEUU puede llamarles seriamente la atención en el Pacífico.

3. América Latina: Mientras los ojos estaban puestos en Europa y EEUU determinados países de América Latina, entre los que destacan Brasil y Argentina se han afianzado económicamente. Además, se están dando los pasos para consolidar una alianza política y económica de toda Sudamérica en torno a MERCOSUR y UNASUR. Brasil y Argentina son miembros del G-20 y MERCOSUR, si actuase como un único país, sería miembro de pleno derecho del G-8. Aunque hay algunas pegas respecto a las actuaciones de estos países (por ejemplo el poco énfasis que han dedicado a la industrialización), están dando pasos en camino de convertirse en una superpotencia unida. Un buen ejemplo de ello es el apoyo unilateral de UNASUR al Gobierno de Venezuela ante las presiones desde Washington.

4. Alianza Rusia-China: Las presiones por parte de EEUU durante las administraciones de George Bush y Barack Obama han hecho que dos países cuyas relaciones oscilaban entre la amistad y la hostilidad manifiesta a consecuencia de las fronteras de Manchuria hayan hecho frente común. Realizan maniobras conjuntas y han establecido una alianza defensiva por la cual si uno de ellos es atacado, el otro le proporcionará la ayuda militar que éste estime oportuna. Están dando los pasos para una alianza política y militar.

Estos cuatro acontecimientos que han sucedido a lo largo de la última década han llevado a dos consecuencias importantes:
1. Que se pase de un mundo monopolar donde EEUU tiene un papel hegemónico a un mundo multipolar.
2. Que Europa no sea uno de esos polos independientes sino que seamos títeres de EEUU.

Ante esto, hay varias opciones para proceder siendo habitantes de la UE. La mejor de ellas es optar a más: conseguir un gobierno a nivel europeo completamente independiente de EEUU y de tipo socialista. Para ello se requiere una reindustrialización de varios países europeos desindustrializados, una política internacional independiente de la UE, una actuación militar independiente (retirada de las tropas estadounidenses en suelo europeo) y dar el camino hacia la consolidación de la UE como una confederación soberana, socialista y fundamentada en el principio de igualdad entre las personas y donde cualquiera, independientemente de su raza, sexo, orientación sexual u otras características culturales tenga cabida. Esto nos daría una superioridad moral, y posiblemente superioridad económica, intelectual y militar. Pero para ello Merkel tiene que renunciar a sus sueños imperialistas alemanes. También es posible que haga cambiar la mentalidad imperante en la economía de otros países, del mismo modo que la URSS en los años 40 con su superioridad en muchos aspectos respecto a Occidente hizo virar hacia la izquierda la política imperante, creando los llamados "Estados de Bienestar".

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